Un sistema domótico es capaz de recoger información proveniente de unos sensores o entradas, procesarla y emitir órdenes a unos actuadores o salidas. El sistema puede acceder a redes exteriores de comunicación o información.
En definitiva, la domótica de hoy contribuye a aumentar la calidad de vida, hace más versátil la distribución de la casa, cambia las condiciones ambientales creando diferentes escenas predefinidas, y consigue que la vivienda sea más funcional al permitir desarrollar facetas domésticas, profesionales, y de ocio bajo un mismo techo.
La red de control del sistema domótico se integra con la red de energía eléctrica y se coordina con el resto de redes.
La domótica aplicada a oficinas, hoteles, centros comerciales, de formación, hospitales y otros, se denomina, inmótica.
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